El aprendizaje del Liderazgo Ágil con Simuladores de Negocios, es un factor clave para formar líderes que sepan desempeñarse con éxito en el entorno de la Economía Digital.
De acuerdo con un estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el Liderazgo Ágil tienen un 70% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de satisfacción del cliente, un 60% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de crecimiento de ingresos, y un 50% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de salud organizacional, que las que no lo hacen.
El liderazgo ágil es un tipo de liderazgo que se adapta a las condiciones de cambio acelerado y complejidad que caracterizan a los entornos VUCA y BANI.
El liderazgo ágil se contrapone al liderazgo tradicional, que se basa en una estructura jerárquica, rígida y burocrática, que limita la autonomía, la creatividad y la iniciativa de los empleados. El líder tradicional es percibido como una autoridad que impone su visión, controla los procesos y se resiste al cambio. El líder ágil, en cambio, es visto como un facilitador que empodera a los equipos, fomenta la participación y abraza el cambio.
A diferencia del enfoque tradicional de liderazgo jerárquico y autoritario, el liderazgo ágil se centra en la colaboración, la adaptabilidad y la toma de decisiones descentralizada.
El liderazgo ágil es un enfoque de liderazgo que se basa en los principios y prácticas de la metodología ágil, originalmente utilizada en el desarrollo de software. Se caracteriza por su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios, fomentar la colaboración y la autonomía de los equipos, y promover la toma de decisiones descentralizada.
El líder ágil actúa como facilitador y guía, creando un entorno propicio para el aprendizaje y la innovación, alentando la experimentación y la toma de riesgos controlados, y fomentando la retroalimentación constante. Se basa en valores y principios ágiles como la entrega continua de valor, la colaboración estrecha y la adaptabilidad.
Estos son algunos aspectos clave del liderazgo ágil:
1. Enfoque en el equipo: El líder ágil reconoce que el éxito no depende solo de su propia habilidad, sino del trabajo conjunto y el compromiso de todo el equipo. Fomenta la construcción de equipos fuertes y cohesivos, donde se valora la diversidad de habilidades y se promueve la colaboración y la comunicación abierta.
2. Empoderamiento y autonomía: El líder ágil confía en los miembros del equipo y les otorga autonomía para tomar decisiones y asumir responsabilidades. Se enfoca en empoderar a los individuos, brindándoles los recursos y el apoyo necesarios para que puedan hacer su trabajo de manera efectiva.
3. Orientación al cliente y entrega de valor: El liderazgo ágil pone un fuerte énfasis en comprender y atender las necesidades del cliente. Se enfoca en la entrega continua de valor y en la mejora constante, adaptándose rápidamente a los cambios en las preferencias y demandas del cliente.
4. Adaptabilidad y flexibilidad: El líder ágil reconoce que el cambio es inevitable y que es necesario adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias. Fomenta una mentalidad de aprendizaje y experimentación, alentando a los equipos a probar nuevas ideas y enfoques, y a aprender de los resultados obtenidos.
5. Comunicación efectiva y retroalimentación constante: El líder ágil establece canales de comunicación abiertos y transparentes, fomentando la retroalimentación constante entre los miembros del equipo. Se valora la retroalimentación como una oportunidad para aprender y mejorar, y se utiliza para ajustar las estrategias y enfoques de manera ágil.
Es importante destacar que el liderazgo ágil no es exclusivo del ámbito empresarial. Puede aplicarse en diferentes contextos, como proyectos de desarrollo de software, equipos de innovación, iniciativas de cambio organizacional y cualquier situación en la que se requiera un enfoque ágil y adaptativo.
Steve Denning propone que las organizaciones adopten una mentalidad y una cultura ágiles, que les permitan adaptarse rápidamente a los cambios, satisfacer las necesidades de los clientes, innovar de forma continua y crear valor.
En su libro "The age of agile: How smart companies are transforming the way work gets done" (2018), Denning explica los orígenes y los beneficios del liderazgo ágil, y ofrece ejemplos y casos de éxito de empresas que lo han implementado.
Los principios del liderazgo ágil de Denning son los siguientes:
Las acciones hablan más que las palabras: el líder ágil debe demostrar con su ejemplo y su comportamiento los valores y las prácticas ágiles, y no solo comunicarlos verbalmente.
Mejor calidad de pensamiento nos lleva a mejores resultados: el líder ágil debe fomentar el pensamiento crítico, creativo y sistémico, y evitar el pensamiento lineal, reactivo y superficial, que puede conducir a errores y fracasos.
Las organizaciones mejoran gracias a la retroalimentación efectiva: el líder ágil debe promover el feedback constante y constructivo, tanto entre los miembros del equipo como con los clientes y otras partes interesadas, y utilizarlo para mejorar el desempeño y el aprendizaje.
Las personas requieren de propósito y significado para sentir motivación y compromiso: el líder ágil debe inspirar y motivar a los equipos con una visión clara y compartida, que les aporte sentido y dirección a su trabajo, y que les permita contribuir a un bien mayor.
Las emociones, fundamento para mejorar creatividad e innovación: el líder ágil debe reconocer y gestionar las emociones propias y ajenas, y crear un clima emocional positivo, que favorezca la confianza, la colaboración y la innovación.
El liderazgo vive en todo lugar dentro de la organización: el líder ágil debe empoderar y desarrollar a los equipos, y no acaparar el poder y la autoridad. El líder ágil debe asumir un rol de facilitador, mentor y coach, y no de jefe, supervisor o controlador.
Los líderes ágiles otorgan poder y autoridad apropiadamente: el líder ágil debe delegar y distribuir el poder y la autoridad de forma adecuada, según las capacidades, las responsabilidades y las necesidades de cada situación y de cada persona.
Las comunidades colaborativas logran más que los individuos: el líder ágil debe fomentar la cooperación y la coordinación entre los equipos, y crear una red de apoyo y de intercambio de conocimientos y recursos, que potencie el rendimiento y la innovación colectivos.
Grandes ideas pueden surgir desde cualquier lugar dentro de la organización: el líder ágil debe estimular la participación y la diversidad de opiniones, y valorar las aportaciones de todos los miembros de la organización, sin importar su nivel o su función.
El liderazgo ágil tiene múltiples beneficios para las organizaciones y sus líderes:
Aumento de la satisfacción del cliente: al centrarse en las necesidades y expectativas de los clientes, y ofrecerles soluciones personalizadas, innovadoras y de calidad, se logra generar una mayor fidelidad y confianza. Según un estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 70% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de satisfacción del cliente que las que no lo hacen.
Mejora de la competitividad: al actuar con rapidez y eficacia, y adaptarse a los cambios del mercado, se logra obtener una ventaja competitiva frente a los competidores. Según el mismo estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 60% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de crecimiento de ingresos que las que no lo hacen.
Mejora del bienestar organizacional: al crear una cultura de confianza, colaboración y aprendizaje, se logra generar un clima laboral positivo, que reduce el estrés, el conflicto y la rotación. Según otro estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 50% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de salud organizacional que las que no lo hacen.
Refuerzo del compromiso y la motivación de los empleados: al otorgar autonomía, responsabilidad y reconocimiento a los equipos, se logra incrementar su implicación, su iniciativa y su rendimiento. Según un estudio de Gallup, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 40% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de compromiso de los empleados que las que no lo hacen.
El liderazgo ágil no es una panacea que garantice el éxito de las organizaciones y sus líderes. También implica algunos desafíos y limitaciones:
Necesidad de cambiar la mentalidad y las prácticas tradicionales: adoptar el liderazgo ágil supone un cambio cultural profundo, que requiere de un proceso de transformación que involucre a todos los niveles de la organización. Este proceso puede generar resistencias, miedos y conflictos, que deben ser gestionados adecuadamente. Según un estudio de Deloitte, el 76% de los líderes considera que el liderazgo ágil es importante o muy importante, pero solo el 12% considera que su organización está preparada para ello.
Dificultad para gestionar la incertidumbre y el riesgo: actuar con rapidez y flexibilidad implica asumir una mayor exposición a la variabilidad, la ambigüedad y la complejidad del entorno. Esto puede generar ansiedad, frustración y errores, que deben ser asumidos como parte del aprendizaje. Según un estudio de KPMG, el 72% de los líderes considera que la incertidumbre y el riesgo son los principales obstáculos para el liderazgo ágil.
Resistencia al cambio en algunos sectores o niveles de la organización: el liderazgo ágil puede ser más adecuado para algunos sectores o niveles de la organización que para otros, dependiendo de las características, los objetivos y los recursos de cada uno. Por ejemplo, el liderazgo ágil puede ser más fácil de implementar en sectores dinámicos y creativos, como la tecnología o el entretenimiento, que en sectores más estables y regulados, como la banca o la salud. Asimismo, el liderazgo ágil puede ser más aceptado por los empleados jóvenes y digitales, que por los empleados más veteranos y tradicionales. Según un estudio de Forbes, el 74% de los líderes considera que el liderazgo ágil es más efectivo en los niveles inferiores y medios de la organización que en los niveles superiores.
Un caso de éxito de liderazgo ágil es el de Spotify, la empresa sueca de música en streaming, que ha logrado convertirse en líder mundial de su sector, con más de 300 millones de usuarios y 60 millones de canciones.
Spotify se organiza en pequeños equipos multidisciplinares, llamados squads, que tienen autonomía para decidir qué hacer y cómo hacerlo, siguiendo una visión compartida y unos principios ágiles. Los squads se agrupan en tribus, que se coordinan entre sí mediante redes de comunicación y colaboración, llamadas capítulos, gremios y alianzas.
Spotify utiliza simuladores de negocios para entrenar a sus líderes y equipos en las competencias y habilidades necesarias para el liderazgo ágil.
Spotify también ha creado el Spotify Research https://research.atspotify.com/machine-learning un centro de investigación e innovación que se encarga de explorar y desarrollar las tecnologías de la IA, así como de analizar y resolver los problemas y las oportunidades que plantea la IA, tanto para la organización como para la sociedad.
Los simuladores de negocios son programas informáticos que recrean situaciones reales o ficticias del mundo empresarial, y que permiten a los usuarios tomar decisiones y ver sus consecuencias en un entorno seguro y controlado. Los simuladores de negocios facilitan el aprendizaje activo y experiencial, y contribuyen a mejorar la capacidad de análisis, la creatividad, la comunicación, la colaboración y la resolución de problemas.
Los simuladores de negocios pueden contribuir a mejorar la práctica del liderazgo ágil de varias formas:
Permiten experimentar con diferentes escenarios y alternativas, y ver los resultados de forma inmediata y realista. Esto ayuda a desarrollar la visión, la velocidad y la versatilidad del líder ágil, que debe ser capaz de adaptarse a las condiciones cambiantes y aprovechar las oportunidades que se presentan.
Fomentan el trabajo en equipo y la participación de todos los miembros, que deben coordinarse, comunicarse y colaborar para lograr los objetivos. Esto ayuda a crear una cultura de confianza, compromiso y aprendizaje, que son esenciales para el liderazgo ágil.
Proporcionan un feedback constante y constructivo, que permite evaluar el desempeño y el progreso, y aprender de los errores y los aciertos. Esto ayuda a mejorar la capacidad de autoevaluación, autocrítica y autoaprendizaje del líder ágil, que debe estar dispuesto a mejorar de forma continua.
Estimulan la innovación y la creatividad, al ofrecer un espacio para probar nuevas ideas, soluciones y estrategias, sin miedo al fracaso. Esto ayuda a potenciar la capacidad de generar valor y diferenciarse del líder ágil, que debe ser capaz de innovar de forma constante.
El tema del liderazgo ágil y los simuladores de negocios ha sido abordado por diversos autores y expertos, tanto en el ámbito académico como profesional:
Darrell Rigby, Sarah Elk y Steve Berez: socios de Bain & Company y autores del libro Doing Agile Right: Transformation Without Chaos. Explican los principios y las prácticas del liderazgo ágil, y ofrecen ejemplos y casos de éxito de empresas que han logrado una transformación ágil exitosa.
Ken Schwaber y Jeff Sutherland: creadores del método Scrum, uno de los más populares y utilizados en el ámbito del liderazgo ágil. Definen el liderazgo ágil como un proceso iterativo e incremental, que se basa en la autoorganización, la transparencia y la adaptación.
Steve Denning es un autor, consultor y exejecutivo del Banco Mundial. Es conocido por su trabajo en liderazgo, gestión y narrativa organizacional. Denning ha escrito varios libros, entre ellos "La guía del líder para la gestión radical: reinventando el lugar de trabajo para el siglo XXI" y "El lenguaje secreto del liderazgo: cómo los líderes inspiran acción a través de la narrativa". Aboga por un cambio en las prácticas de gestión para adoptar un enfoque más ágil y centrado en el cliente. Las ideas de Denning giran en torno al concepto de gestión radical, que enfatiza la innovación continua, el enfoque en el valor del cliente y el empoderamiento de los empleados. Argumenta que los enfoques de gestión tradicionales, que a menudo se basan en estructuras jerárquicas y procesos rígidos, no son adecuados para los entornos empresariales rápidos e impredecibles de hoy en día. https://stevedenning.com/site/Default.aspx
Deloitte. (2022). Want to scale Agile? Leadership matters. Making Agile unique to your organization through great leadership
https://www2.deloitte.com/us/en/blog/deloitte-on-cloud-blog/2022/want-to-scale-agile-leadership-matters.html
Denning, S. (2018). The age of agile: How smart companies are transforming the way work gets done. Nueva York, NY: HarperCollins.
Denning, S. (2016). The leader's guide to radical management: Reinventing the workplace for the 21st century. Nueva York, NY: CreateSpace Independent Publishing Platform.
Denning, S. (2015). How to make the whole organization agile. *Strategy & Leadership*, 43(4), 2-10. https://doi.org/10.1108/SL-05-2015-0041
Gallup. (2016). The Relationship Between Engagement at Work and Organizational Outcomes. https://www.gallup.com/workplace/236927/employee-engagement-drives-growth.aspx
McKinsey & Company. (2018). How to create an agile organization. https://www.mckinsey.com/business-functions/organization/our-insights/how-to-create-an-agile-organization
Rigby, D., Elk, S. y Berez, S. (2020). Doing Agile Right: Transformation Without Chaos. Boston: Harvard Business Review Press.
Schwaber, K. y Sutherland, J. (2017). The Scrum Guide. https://www.scrumguides.org/docs/scrumguide/v2017/2017-Scrum-Guide-US.pdf
De acuerdo con un estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el Liderazgo Ágil tienen un 70% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de satisfacción del cliente, un 60% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de crecimiento de ingresos, y un 50% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de salud organizacional, que las que no lo hacen.
Qué es el Liderazgo Ágil
El liderazgo ágil es un tipo de liderazgo que se adapta a las condiciones de cambio acelerado y complejidad que caracterizan a los entornos VUCA y BANI.
El liderazgo ágil se contrapone al liderazgo tradicional, que se basa en una estructura jerárquica, rígida y burocrática, que limita la autonomía, la creatividad y la iniciativa de los empleados. El líder tradicional es percibido como una autoridad que impone su visión, controla los procesos y se resiste al cambio. El líder ágil, en cambio, es visto como un facilitador que empodera a los equipos, fomenta la participación y abraza el cambio.
A diferencia del enfoque tradicional de liderazgo jerárquico y autoritario, el liderazgo ágil se centra en la colaboración, la adaptabilidad y la toma de decisiones descentralizada.
El liderazgo ágil es un enfoque de liderazgo que se basa en los principios y prácticas de la metodología ágil, originalmente utilizada en el desarrollo de software. Se caracteriza por su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios, fomentar la colaboración y la autonomía de los equipos, y promover la toma de decisiones descentralizada.
El líder ágil actúa como facilitador y guía, creando un entorno propicio para el aprendizaje y la innovación, alentando la experimentación y la toma de riesgos controlados, y fomentando la retroalimentación constante. Se basa en valores y principios ágiles como la entrega continua de valor, la colaboración estrecha y la adaptabilidad.
Estos son algunos aspectos clave del liderazgo ágil:
1. Enfoque en el equipo: El líder ágil reconoce que el éxito no depende solo de su propia habilidad, sino del trabajo conjunto y el compromiso de todo el equipo. Fomenta la construcción de equipos fuertes y cohesivos, donde se valora la diversidad de habilidades y se promueve la colaboración y la comunicación abierta.
2. Empoderamiento y autonomía: El líder ágil confía en los miembros del equipo y les otorga autonomía para tomar decisiones y asumir responsabilidades. Se enfoca en empoderar a los individuos, brindándoles los recursos y el apoyo necesarios para que puedan hacer su trabajo de manera efectiva.
3. Orientación al cliente y entrega de valor: El liderazgo ágil pone un fuerte énfasis en comprender y atender las necesidades del cliente. Se enfoca en la entrega continua de valor y en la mejora constante, adaptándose rápidamente a los cambios en las preferencias y demandas del cliente.
4. Adaptabilidad y flexibilidad: El líder ágil reconoce que el cambio es inevitable y que es necesario adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias. Fomenta una mentalidad de aprendizaje y experimentación, alentando a los equipos a probar nuevas ideas y enfoques, y a aprender de los resultados obtenidos.
5. Comunicación efectiva y retroalimentación constante: El líder ágil establece canales de comunicación abiertos y transparentes, fomentando la retroalimentación constante entre los miembros del equipo. Se valora la retroalimentación como una oportunidad para aprender y mejorar, y se utiliza para ajustar las estrategias y enfoques de manera ágil.
Es importante destacar que el liderazgo ágil no es exclusivo del ámbito empresarial. Puede aplicarse en diferentes contextos, como proyectos de desarrollo de software, equipos de innovación, iniciativas de cambio organizacional y cualquier situación en la que se requiera un enfoque ágil y adaptativo.
La práctica del Liderazgo Ágil de Denning
Steve Denning propone que las organizaciones adopten una mentalidad y una cultura ágiles, que les permitan adaptarse rápidamente a los cambios, satisfacer las necesidades de los clientes, innovar de forma continua y crear valor.
En su libro "The age of agile: How smart companies are transforming the way work gets done" (2018), Denning explica los orígenes y los beneficios del liderazgo ágil, y ofrece ejemplos y casos de éxito de empresas que lo han implementado.
Los principios del liderazgo ágil de Denning son los siguientes:
Las acciones hablan más que las palabras: el líder ágil debe demostrar con su ejemplo y su comportamiento los valores y las prácticas ágiles, y no solo comunicarlos verbalmente.
Mejor calidad de pensamiento nos lleva a mejores resultados: el líder ágil debe fomentar el pensamiento crítico, creativo y sistémico, y evitar el pensamiento lineal, reactivo y superficial, que puede conducir a errores y fracasos.
Las organizaciones mejoran gracias a la retroalimentación efectiva: el líder ágil debe promover el feedback constante y constructivo, tanto entre los miembros del equipo como con los clientes y otras partes interesadas, y utilizarlo para mejorar el desempeño y el aprendizaje.
Las personas requieren de propósito y significado para sentir motivación y compromiso: el líder ágil debe inspirar y motivar a los equipos con una visión clara y compartida, que les aporte sentido y dirección a su trabajo, y que les permita contribuir a un bien mayor.
Las emociones, fundamento para mejorar creatividad e innovación: el líder ágil debe reconocer y gestionar las emociones propias y ajenas, y crear un clima emocional positivo, que favorezca la confianza, la colaboración y la innovación.
El liderazgo vive en todo lugar dentro de la organización: el líder ágil debe empoderar y desarrollar a los equipos, y no acaparar el poder y la autoridad. El líder ágil debe asumir un rol de facilitador, mentor y coach, y no de jefe, supervisor o controlador.
Los líderes ágiles otorgan poder y autoridad apropiadamente: el líder ágil debe delegar y distribuir el poder y la autoridad de forma adecuada, según las capacidades, las responsabilidades y las necesidades de cada situación y de cada persona.
Las comunidades colaborativas logran más que los individuos: el líder ágil debe fomentar la cooperación y la coordinación entre los equipos, y crear una red de apoyo y de intercambio de conocimientos y recursos, que potencie el rendimiento y la innovación colectivos.
Grandes ideas pueden surgir desde cualquier lugar dentro de la organización: el líder ágil debe estimular la participación y la diversidad de opiniones, y valorar las aportaciones de todos los miembros de la organización, sin importar su nivel o su función.
Beneficios del Liderazgo Ágil
El liderazgo ágil tiene múltiples beneficios para las organizaciones y sus líderes:
Aumento de la satisfacción del cliente: al centrarse en las necesidades y expectativas de los clientes, y ofrecerles soluciones personalizadas, innovadoras y de calidad, se logra generar una mayor fidelidad y confianza. Según un estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 70% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de satisfacción del cliente que las que no lo hacen.
Mejora de la competitividad: al actuar con rapidez y eficacia, y adaptarse a los cambios del mercado, se logra obtener una ventaja competitiva frente a los competidores. Según el mismo estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 60% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de crecimiento de ingresos que las que no lo hacen.
Mejora del bienestar organizacional: al crear una cultura de confianza, colaboración y aprendizaje, se logra generar un clima laboral positivo, que reduce el estrés, el conflicto y la rotación. Según otro estudio de McKinsey, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 50% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de salud organizacional que las que no lo hacen.
Refuerzo del compromiso y la motivación de los empleados: al otorgar autonomía, responsabilidad y reconocimiento a los equipos, se logra incrementar su implicación, su iniciativa y su rendimiento. Según un estudio de Gallup, las empresas que adoptan el liderazgo ágil tienen un 40% más de probabilidades de estar en el cuartil superior de compromiso de los empleados que las que no lo hacen.
Limitaciones y retos del Liderazgo Ágil
El liderazgo ágil no es una panacea que garantice el éxito de las organizaciones y sus líderes. También implica algunos desafíos y limitaciones:
Necesidad de cambiar la mentalidad y las prácticas tradicionales: adoptar el liderazgo ágil supone un cambio cultural profundo, que requiere de un proceso de transformación que involucre a todos los niveles de la organización. Este proceso puede generar resistencias, miedos y conflictos, que deben ser gestionados adecuadamente. Según un estudio de Deloitte, el 76% de los líderes considera que el liderazgo ágil es importante o muy importante, pero solo el 12% considera que su organización está preparada para ello.
Dificultad para gestionar la incertidumbre y el riesgo: actuar con rapidez y flexibilidad implica asumir una mayor exposición a la variabilidad, la ambigüedad y la complejidad del entorno. Esto puede generar ansiedad, frustración y errores, que deben ser asumidos como parte del aprendizaje. Según un estudio de KPMG, el 72% de los líderes considera que la incertidumbre y el riesgo son los principales obstáculos para el liderazgo ágil.
Resistencia al cambio en algunos sectores o niveles de la organización: el liderazgo ágil puede ser más adecuado para algunos sectores o niveles de la organización que para otros, dependiendo de las características, los objetivos y los recursos de cada uno. Por ejemplo, el liderazgo ágil puede ser más fácil de implementar en sectores dinámicos y creativos, como la tecnología o el entretenimiento, que en sectores más estables y regulados, como la banca o la salud. Asimismo, el liderazgo ágil puede ser más aceptado por los empleados jóvenes y digitales, que por los empleados más veteranos y tradicionales. Según un estudio de Forbes, el 74% de los líderes considera que el liderazgo ágil es más efectivo en los niveles inferiores y medios de la organización que en los niveles superiores.
Caso de éxito: Spotify
Un caso de éxito de liderazgo ágil es el de Spotify, la empresa sueca de música en streaming, que ha logrado convertirse en líder mundial de su sector, con más de 300 millones de usuarios y 60 millones de canciones.
Spotify se organiza en pequeños equipos multidisciplinares, llamados squads, que tienen autonomía para decidir qué hacer y cómo hacerlo, siguiendo una visión compartida y unos principios ágiles. Los squads se agrupan en tribus, que se coordinan entre sí mediante redes de comunicación y colaboración, llamadas capítulos, gremios y alianzas.
Spotify utiliza simuladores de negocios para entrenar a sus líderes y equipos en las competencias y habilidades necesarias para el liderazgo ágil.
Spotify también ha creado el Spotify Research https://research.atspotify.com/machine-learning un centro de investigación e innovación que se encarga de explorar y desarrollar las tecnologías de la IA, así como de analizar y resolver los problemas y las oportunidades que plantea la IA, tanto para la organización como para la sociedad.
Cómo los Simuladores de Negocios pueden contribuir a mejorar la práctica del Liderazgo Ágil
Los simuladores de negocios son programas informáticos que recrean situaciones reales o ficticias del mundo empresarial, y que permiten a los usuarios tomar decisiones y ver sus consecuencias en un entorno seguro y controlado. Los simuladores de negocios facilitan el aprendizaje activo y experiencial, y contribuyen a mejorar la capacidad de análisis, la creatividad, la comunicación, la colaboración y la resolución de problemas.
Los simuladores de negocios pueden contribuir a mejorar la práctica del liderazgo ágil de varias formas:
Permiten experimentar con diferentes escenarios y alternativas, y ver los resultados de forma inmediata y realista. Esto ayuda a desarrollar la visión, la velocidad y la versatilidad del líder ágil, que debe ser capaz de adaptarse a las condiciones cambiantes y aprovechar las oportunidades que se presentan.
Fomentan el trabajo en equipo y la participación de todos los miembros, que deben coordinarse, comunicarse y colaborar para lograr los objetivos. Esto ayuda a crear una cultura de confianza, compromiso y aprendizaje, que son esenciales para el liderazgo ágil.
Proporcionan un feedback constante y constructivo, que permite evaluar el desempeño y el progreso, y aprender de los errores y los aciertos. Esto ayuda a mejorar la capacidad de autoevaluación, autocrítica y autoaprendizaje del líder ágil, que debe estar dispuesto a mejorar de forma continua.
Estimulan la innovación y la creatividad, al ofrecer un espacio para probar nuevas ideas, soluciones y estrategias, sin miedo al fracaso. Esto ayuda a potenciar la capacidad de generar valor y diferenciarse del líder ágil, que debe ser capaz de innovar de forma constante.
Principales autores y expertos en Liderazgo Ágil
El tema del liderazgo ágil y los simuladores de negocios ha sido abordado por diversos autores y expertos, tanto en el ámbito académico como profesional:
Darrell Rigby, Sarah Elk y Steve Berez: socios de Bain & Company y autores del libro Doing Agile Right: Transformation Without Chaos. Explican los principios y las prácticas del liderazgo ágil, y ofrecen ejemplos y casos de éxito de empresas que han logrado una transformación ágil exitosa.
Ken Schwaber y Jeff Sutherland: creadores del método Scrum, uno de los más populares y utilizados en el ámbito del liderazgo ágil. Definen el liderazgo ágil como un proceso iterativo e incremental, que se basa en la autoorganización, la transparencia y la adaptación.
Steve Denning es un autor, consultor y exejecutivo del Banco Mundial. Es conocido por su trabajo en liderazgo, gestión y narrativa organizacional. Denning ha escrito varios libros, entre ellos "La guía del líder para la gestión radical: reinventando el lugar de trabajo para el siglo XXI" y "El lenguaje secreto del liderazgo: cómo los líderes inspiran acción a través de la narrativa". Aboga por un cambio en las prácticas de gestión para adoptar un enfoque más ágil y centrado en el cliente. Las ideas de Denning giran en torno al concepto de gestión radical, que enfatiza la innovación continua, el enfoque en el valor del cliente y el empoderamiento de los empleados. Argumenta que los enfoques de gestión tradicionales, que a menudo se basan en estructuras jerárquicas y procesos rígidos, no son adecuados para los entornos empresariales rápidos e impredecibles de hoy en día. https://stevedenning.com/site/Default.aspx
Referencias bibliográficas
Deloitte. (2022). Want to scale Agile? Leadership matters. Making Agile unique to your organization through great leadership
https://www2.deloitte.com/us/en/blog/deloitte-on-cloud-blog/2022/want-to-scale-agile-leadership-matters.html
Denning, S. (2018). The age of agile: How smart companies are transforming the way work gets done. Nueva York, NY: HarperCollins.
Denning, S. (2016). The leader's guide to radical management: Reinventing the workplace for the 21st century. Nueva York, NY: CreateSpace Independent Publishing Platform.
Denning, S. (2015). How to make the whole organization agile. *Strategy & Leadership*, 43(4), 2-10. https://doi.org/10.1108/SL-05-2015-0041
Gallup. (2016). The Relationship Between Engagement at Work and Organizational Outcomes. https://www.gallup.com/workplace/236927/employee-engagement-drives-growth.aspx
McKinsey & Company. (2018). How to create an agile organization. https://www.mckinsey.com/business-functions/organization/our-insights/how-to-create-an-agile-organization
Rigby, D., Elk, S. y Berez, S. (2020). Doing Agile Right: Transformation Without Chaos. Boston: Harvard Business Review Press.
Schwaber, K. y Sutherland, J. (2017). The Scrum Guide. https://www.scrumguides.org/docs/scrumguide/v2017/2017-Scrum-Guide-US.pdf
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