En este post recojo las opiniones de Henry Mintzberg, Michael Porter, Peter Senge y Clayton Christensen, sobre los Simuladores de Negocios.
Henry Mintzberg, profesor de management en la Universidad McGill de Canadá, es crítico con los programas de MBA y su enfoque excesivamente teórico y analítico del management. Mintzberg propone una alternativa basada en el desarrollo de la experiencia práctica y la reflexión sobre la acción de los gerentes.
En su libro "Managers Not MBAs", Mintzberg afirma que los simuladores de negocios pueden ser una herramienta útil para complementar la formación de los gerentes, siempre y cuando se usen de manera adecuada y no se conviertan en un sustituto de la realidad.
Según Mintzberg:
"Los simuladores de negocios pueden ser muy útiles para ilustrar algunos conceptos y principios, así como para desarrollar algunas habilidades, especialmente en el ámbito financiero. Pero no pueden simular la complejidad y la incertidumbre de la vida real, ni pueden captar las dimensiones humanas y sociales del management. Los simuladores de negocios pueden ser un buen complemento, pero no un sustituto, de la experiencia directa y la reflexión personal".
Michael Porter, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y autor de los libros tal vez más influyentes sobre estrategia competitiva, ha desarrollado varios simuladores de negocios basados en sus modelos teóricos, como el de las cinco fuerzas, el de la cadena de valor o el de las ventajas competitivas.
Estos simuladores permiten a los estudiantes aplicar los conceptos de Porter a casos reales de empresas y sectores, y analizar los efectos de sus decisiones estratégicas en el desempeño de sus negocios.
Porter considera que los simuladores de negocios son una herramienta eficaz para enseñar y aprender estrategia, ya que facilitan la comprensión de los conceptos, la integración de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades analíticas y de síntesis.
Según Porter:
"Los simuladores de negocios son una forma poderosa de enseñar y aprender estrategia, porque permiten a los estudiantes experimentar con los conceptos y ver los resultados de sus acciones. Los simuladores de negocios ayudan a los estudiantes a entender cómo funciona la competencia en diferentes industrias y cómo pueden crear y sostener ventajas competitivas. Los simuladores de negocios también estimulan el pensamiento estratégico y la creatividad, al desafiar a los estudiantes a encontrar soluciones innovadoras a los problemas que enfrentan las empresas."
Peter Senge, profesor del MIT y autor del libro "La Quinta Disciplina", es uno de los principales exponentes de la teoría de los sistemas y el aprendizaje organizacional.
Senge ha utilizado los simuladores de negocios como una herramienta para promover el aprendizaje en equipo, la visión sistémica y el pensamiento dinámico. Senge cree que los simuladores de negocios son una forma de crear entornos de aprendizaje que reflejen la complejidad y la interdependencia de la realidad, y que permitan a los participantes explorar las consecuencias de sus decisiones a largo plazo.
Según Senge:
"Los simuladores de negocios son una forma de crear micromundos, es decir, entornos de aprendizaje que reproducen las características esenciales de una situación real. Los simuladores de negocios permiten a los participantes experimentar con las variables clave que afectan al desempeño de un sistema, y ver cómo sus decisiones influyen en los resultados a lo largo del tiempo. Los simuladores de negocios facilitan el aprendizaje en equipo, al fomentar el diálogo, la colaboración y la retroalimentación entre los miembros. Los simuladores de negocios también desarrollan la visión sistémica y el pensamiento dinámico, al ayudar a los participantes a reconocer los patrones, las relaciones y los efectos retardados que existen en los sistemas complejos."
Clayton Christensen, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y autor del libro "El Dilema del Innovador" entre otros , es el creador de la teoría de la innovación disruptiva, que explica cómo las empresas emergentes pueden desafiar y superar a las empresas establecidas mediante la creación de nuevos mercados y modelos de negocio.
Christensen ha diseñado varios simuladores de negocios que permiten a los estudiantes experimentar el proceso de innovación disruptiva y aprender a identificar y aprovechar las oportunidades de crecimiento.
Según Christensen, los simuladores de negocios son una herramienta de enseñanza-aprendizaje que permite a los estudiantes y profesionales experimentar con diferentes escenarios y tomar decisiones estratégicas en un entorno virtual y seguro.
Christensen considera que los simuladores de negocios son una forma de aprender haciendo, que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración.
Además, los simuladores de negocios pueden ayudar a los emprendedores a validar sus ideas de negocio, a los gerentes a mejorar sus habilidades de gestión y a las organizaciones a innovar y competir en el mercado global.
Henry Mintzberg, profesor de management en la Universidad McGill de Canadá, es crítico con los programas de MBA y su enfoque excesivamente teórico y analítico del management. Mintzberg propone una alternativa basada en el desarrollo de la experiencia práctica y la reflexión sobre la acción de los gerentes.
En su libro "Managers Not MBAs", Mintzberg afirma que los simuladores de negocios pueden ser una herramienta útil para complementar la formación de los gerentes, siempre y cuando se usen de manera adecuada y no se conviertan en un sustituto de la realidad.
Según Mintzberg:
"Los simuladores de negocios pueden ser muy útiles para ilustrar algunos conceptos y principios, así como para desarrollar algunas habilidades, especialmente en el ámbito financiero. Pero no pueden simular la complejidad y la incertidumbre de la vida real, ni pueden captar las dimensiones humanas y sociales del management. Los simuladores de negocios pueden ser un buen complemento, pero no un sustituto, de la experiencia directa y la reflexión personal".
Michael Porter, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y autor de los libros tal vez más influyentes sobre estrategia competitiva, ha desarrollado varios simuladores de negocios basados en sus modelos teóricos, como el de las cinco fuerzas, el de la cadena de valor o el de las ventajas competitivas.
Estos simuladores permiten a los estudiantes aplicar los conceptos de Porter a casos reales de empresas y sectores, y analizar los efectos de sus decisiones estratégicas en el desempeño de sus negocios.
Porter considera que los simuladores de negocios son una herramienta eficaz para enseñar y aprender estrategia, ya que facilitan la comprensión de los conceptos, la integración de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades analíticas y de síntesis.
Según Porter:
"Los simuladores de negocios son una forma poderosa de enseñar y aprender estrategia, porque permiten a los estudiantes experimentar con los conceptos y ver los resultados de sus acciones. Los simuladores de negocios ayudan a los estudiantes a entender cómo funciona la competencia en diferentes industrias y cómo pueden crear y sostener ventajas competitivas. Los simuladores de negocios también estimulan el pensamiento estratégico y la creatividad, al desafiar a los estudiantes a encontrar soluciones innovadoras a los problemas que enfrentan las empresas."
Peter Senge, profesor del MIT y autor del libro "La Quinta Disciplina", es uno de los principales exponentes de la teoría de los sistemas y el aprendizaje organizacional.
Senge ha utilizado los simuladores de negocios como una herramienta para promover el aprendizaje en equipo, la visión sistémica y el pensamiento dinámico. Senge cree que los simuladores de negocios son una forma de crear entornos de aprendizaje que reflejen la complejidad y la interdependencia de la realidad, y que permitan a los participantes explorar las consecuencias de sus decisiones a largo plazo.
Según Senge:
"Los simuladores de negocios son una forma de crear micromundos, es decir, entornos de aprendizaje que reproducen las características esenciales de una situación real. Los simuladores de negocios permiten a los participantes experimentar con las variables clave que afectan al desempeño de un sistema, y ver cómo sus decisiones influyen en los resultados a lo largo del tiempo. Los simuladores de negocios facilitan el aprendizaje en equipo, al fomentar el diálogo, la colaboración y la retroalimentación entre los miembros. Los simuladores de negocios también desarrollan la visión sistémica y el pensamiento dinámico, al ayudar a los participantes a reconocer los patrones, las relaciones y los efectos retardados que existen en los sistemas complejos."
Clayton Christensen, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y autor del libro "El Dilema del Innovador" entre otros , es el creador de la teoría de la innovación disruptiva, que explica cómo las empresas emergentes pueden desafiar y superar a las empresas establecidas mediante la creación de nuevos mercados y modelos de negocio.
Christensen ha diseñado varios simuladores de negocios que permiten a los estudiantes experimentar el proceso de innovación disruptiva y aprender a identificar y aprovechar las oportunidades de crecimiento.
Según Christensen, los simuladores de negocios son una herramienta de enseñanza-aprendizaje que permite a los estudiantes y profesionales experimentar con diferentes escenarios y tomar decisiones estratégicas en un entorno virtual y seguro.
Christensen considera que los simuladores de negocios son una forma de aprender haciendo, que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración.
Además, los simuladores de negocios pueden ayudar a los emprendedores a validar sus ideas de negocio, a los gerentes a mejorar sus habilidades de gestión y a las organizaciones a innovar y competir en el mercado global.
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